supongo que hubo un sueño,
el húmedo y nervioso producto de un deseo,
la esperanza de un par
o la ilusión de alguno,
un encuentro en febrero con el otoño próximo
mostrando sus colmillos,
la vieja primavera
de esa Lucca lejana que yo ni presentía
y una cruz de papel marcándome el destino
así que sin saberlo
fui esa luna caliente creciendo entre tinieblas:
ovoide y solitaria,
áspera y quejumbrosa,
temerosa y mimada
un latido de sangre que olía sus rodillas
e hizo explotar el agua
aquella madrugada del nueve de noviembre
en que el vientre de mi madre vació su contenido
para dar al fin comienzo, entre algodón y acero,
a esta, mi hasta hoy inacabada biografía
1 comment:
"un latido de sangre que olía sus rodillas..."
Amigo al fin encontré algo de tu poesia. Bella imagen esta, construida de sentimiento, fuerte, sin esforzar la palabra. Salud poeta!
Post a Comment