Quisiera ser el mirlo que desafía mi vértigo desde el borde de una cornisa
para un segundo después burlarse de mis aprensiones
balanceándose al ritmo de su pequeño corazón
sobre una erizada hoja de palmera
y mientras lo imagino mensajero de tu alma lejana
quisiera ser el árbol, la cornisa, el pájaro,
sus juegos alados o cualquier otra cosa ligera, aérea, muy volátil
que se pose a tu lado.
(Publicado en "La doble sombra, Poesía Argentina Contemporánea". Editorial Vaso Roto, México)
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