Monday, August 24, 2009

Caldetes (Playa al mediodía)


El cielo, clarísimo,
brilla como el sol,
sin molestarse en pedir
salvoconductos ni permisos.
Sobre la arena clara
los cuerpos desnudos
juegan a encontrarse
evitando el contacto,
como si la pieles ardieran
y las manos, aferradas a cualquier objeto veraniego,
un pote de crema, un encendedor, un libro,
tuvieran cuchillos escondidos,
acerados y peligrosos filos
camuflándose cautos entre los anillos.
Las cortinas de algodón blanco
bailando al son del viento
no oyen la música banal que suena,
monocorde,
bajo el techo cañizo del chiringo.
Todo está en su sitio,
respetando sin alardes ni exabruptos
alguna de las formas posibles de ordenar el mundo.

Debería sentirse ligeramente alegre
(o al menos no sentirse triste)
pero sus ojos, obstinados, recurrentes,
se dedican a humedecer con lágrimas marinas
los inevitables zarpazos de la melancolía.

ilustra una obra de Jesús Molina (1903/1968)

9 comments:

Lilian said...

Incluso en el verano baja la melancolia algunas veces... tristeza nau tem fin felicidade sim...
Muy lindo!

pepa mas gisbert said...

Es el verano el que a mí me produce melancolía porque en las tierras calientes en las que vivimos el calor nos aquieta e incluso nos enmudece. Y las pieles arden si, no solo metaforicamente, y tenemos miedo al contacto, a quemarnos en ese juego que no emprendemos, metafórico si en este caso.

Un abrazo, da gusto encontrarse siempre con el Dante poeta, si es que en algún caso deja de serlo

Isabel Mercadé said...

Vaya, Dante, me ha gustado mucho, no sólo porque el poema tiene esa perfección de la aparente sencillez, sino porque dices exactamente mis sensaciones de algunos días de este, para mí, rarísimo verano.
Por cierto, hace mil años que no voy a Caldetes... guardo de allí buenos recuerdos.
Que tengas muy buen día (o lo que queda).

Єѕтnoм said...

Precioso, en serio.

Estoy a tiro de piedra de Caldetes.

Un beso.

Gise =) said...

En verano a pesar del sol y de la energia que genera tambien aparece la melancolia...eso si menos seguido que en invierno, al menso en mi caso...
hermoso poema veraniego!!!!!
Besitos!!!

JH said...

Hay una rima de otro Dante que me viene a la cabeza leyendo tus versos y en la que cuenta la visita que la señora melancolia le hizo un día, empieza asi "Un dì si venne a me Malinconia/e disse: "Io voglio un poco stare teco";/e parve a me ch'ella menasse seco/Dolore e Ira per sua compagnia". Guardai e vide amore che venia...

MAURICIO said...

Una prosa apasionada, elegante, eficiente. A veces el verano se transforma en reveses cotidianos, bofetadas que te abordan en cualquier camino, en el momento menos esperado. Me gusto. Mi nombre es Mauricio y lo invito a que visite mi blog: SOBRELAHUELLACAFETERA.BLOGSPOT.COM

Diana H. said...

Tu poema acompaña perfectamente la llegada de este verano por el hemisferio sur. He sentido esa terrible melancolía sentada frente al mar que amo, he llorado bajo una sombrilla en uno de los momentos del año que más espero... seguro está en mi naturaleza. A veces tanto brillo me golpea.
Precioso, me tocó.

Raúl said...

¡¡Excelente!!