Thursday, April 28, 2011

Trànsit(o)s


Nueve de noviembre de 1999

Feliz cumpleaños, me digo
sin abusar de signos de uno u otro tipo
porque aunque la tristeza acecha mis momentos
como un lobo a su caperucita
tengo una casa confortable recortada sobre un cielo con gaviotas
varias plantas de hojas desmedidas
verdes
un par de asustadizos peces rojos
dos gatos con nombre de persona
un puñado de dinero para ir tirando
y otro de amigos con los que hablar de un puñado de cosas


Mientras tanto
a trescientos metros mal medidos
de mi festejo sin algarabías
un tipo de cuarenta y nueve años
natural de la república argentina
y del mismo barrio donde yo nací
hace un montón de años
salta por la estrecha ventana de un cuarto piso
para estrellarse como un huevo fresco
sobre la superficie asartenada del asfalto

Casi un final sangriento de ópera italiana
a cien metros escasos del pequeño y antiguo Teatro del Liceo

No sé si los diarios sacarán la noticia en su portada
porque hoy se conmemora la caída del muro
que nunca fue de acero
y todos pensarán en consignas trasnochadas
en el fin de la guerra fría
en esa dura pantalla de ladrillos
abatida por los certeros golpes
de un montón de manos
de unos cuantos picos de metálicos pájaros


No es ninguna noticia trascendente
que el hijo de unos pobres griegos que no hicieron la América
termine como una señal de alerta para perros hambrientos
en medio de una calle con nombre de marqués
la piel fría como la cáscara de un huevo
las desplumadas alas rotas
los huesos derramados como lágrimas
la cabeza convertida en una caja abierta
desguazada
vacía para siempre de todo pensamiento

Muerto
fatal e irremisiblemente muerto
después de recibir
cuatrocientos noventa golpes de la vida
cuarenta y nueve certeros golpes de la suerte

(13 de noviembre de 1999, Barcelona - Ilustra: retrato de Andy Warhol por Richard Avedon)

1 comment:

pepa mas gisbert said...

Casi nunca se ve reflejado en las noticias lo que nos afecta intimamente, lo que duele en el alma de verdad y que además ocurre mientras nosotros seguimos vivos y sobreviviendo. Sigue la vida pequeña.