
y sonríen
arrojan tu nombre a las podridas aguas
de la maledicencia
mientras deletrean palabras amorosas con aliento fétido
mediocres, malpensados, aburridos,
escupen pensamientos ajenos
como si fueran propios
son la sal de la tierra:
nada crecerá bajo su desoladora superficie
arrojan tu nombre a las podridas aguas
de la maledicencia
mientras deletrean palabras amorosas con aliento fétido
mediocres, malpensados, aburridos,
escupen pensamientos ajenos
como si fueran propios
son la sal de la tierra:
nada crecerá bajo su desoladora superficie