Tuesday, December 27, 2011

el beso no dado


Quise enamorarme una vez más y lo logré sin medianías,
aunque con virtual nocturnidad y flagrante,
incruenta alevosía;
perdiendo la cabeza como debe hacerse:
olvidándome de prejuicios y deberes,
abandonando como un diario ya leído
esa moral que me pesaba como un grueso
volumen de obsoletas, pesadas,
innecesarias teologías;
traspasando fronteras,
abatiendo los límites,
dejando atrás toda mi mediocre,
burguesa,
aburrida,
repetitiva,
amanerada y descafeinada tontería.

Ahora, después de alimentar tu esquiva sombra huída,
de llorar tu ausencia de la misma manera
en que un niño pequeño llora a gritos,
caprichosamente encaprichado,
detrás de los barrotes de esa cuna suya,
tan tibia y necesaria como malquerida y despreciada,
quisiera que el olvido me ayudase
a no recordarte como te imaginaba...
quizás por no encontrarme solo como estaba antes
de que aparecieras vos:
gajo errabundo de un árbol desgajado
por un soplo interior, primario, familiar, atávico,
ensueño azul de plata y barro
atrapado sin escapatoria en una red de ensueños varios,
joven brote de hierba sin destino
conducido por un viento hosco hasta mi camino árido

Mientras te pienso a cada instante
paladeando el dolor que me produces,
quiero olvidarme de haberte conocido...
aunque sepa que pedir un milagro como este
es, con toda seguridad, pedir mucho más que demasiado.
(revisado y corregido el 9/4/12)

dibujo de Ben Shahn